[One Shot] ¡Preparaos!

- Scar… ¿Cuándo va a ser el momento de matar a Mufasa? – preguntó Shenzi a Scar.
- Muy pronto… - dijo, con una malvada sonrisa en su rostro.
- ¿Y cómo vamos a matarlo? – preguntó Banzai.
- Verás… - respondió Scar. – Primero que nada, deben estar bien preparados. Aunque creo que se les será muy fácil su parte del plan.
- ¿Y cuál es? – preguntó Banzai.
- ¿Vieron las manadas de ñúes? Bueno, van a perseguir una de ellas directo hacia El Gran Cañón, provocando una estampida.
- ¿Y cuál es el sentido de esa estampida? – preguntó Shenzi.
- Simba estará ahí. Estará esperando una sorpresa de parte de su padre.
- ¿Qué sorpresa? – preguntó Banzai.
- ¡Ninguna, idiota! – gritó Scar.
- Bueno, tranquilo… ¿Y qué pasará? ¿Cómo lograrás ser el rey con una estampida? – preguntó Shenzi.
- Cuando Simba este allí, la estampida ira directo a él. Le avisaré a Mufasa, haciéndome el preocupado, y él tratará de rescatar a Simba, cosa que resultará en vano. Mufasa morirá, Simba también… ¡Y yo seré el Rey!
- ¿Y si Mufasa logra salvar a Simba y lo deja en una roca alta? – preguntó Shenzi.
- Mufasa puede lograr eso… - dijo Scar. – Pero él no podrá escalar solo. Necesitará ayuda. Por eso, me pedirá ayuda a mí, y yo lo lanzaré, provocando su muerte.
- ¿Y qué pasará con Simba? Si Mufasa lo salva, estará vivo. – Comentó Banzai.
- Ustedes lo matarán.

Al día siguiente, la estampida llegó y Scar contemplaba la escena, pensando que, en poco tiempo, sería el Rey de Pridelands. Pero Mufasa saltó y dejó a su hijo sobre una roca. Ahí sucedió lo que provocó la muerte del gran rey:
- Scar… Hermano… ¡Ayúdame! – dijo el rey, a punto de caer.

El malvado león lo miró con indiferencia, y clavó sus garras en él.

- Larga vida al rey… - le susurró, y lanzó a su hermano hacia la estampida, causa de su muerte.
Simba se acercó al cuerpo de su padre, tratando de despertarlo.
- Simba… ¿Qué has hecho? – dijo Scar, acercándose.
- Yo no quería que pasara… - respondió el cachorro.
- Claro… Nadie quiere que este tipo de cosas suceda. Pero ahora el rey está muerto.
Simba se acercó a su tío y lloró en una de sus patas.
- ¿Qué dirá tu madre? – agregó.
- Y… ¿Qué hago? – dijo Simba, llorando.
- ¡Huye! ¡Huye, y jamás regreses! – dijo Scar, y Simba comenzó a correr.

Shenzi, Banzai y Ed se pararon al lado de su líder.
- Mátenlo – dijo fríamente.
Las hienas corrieron detrás de Simba, tratando de matarlo. El pequeño cachorro corrió tratando de salvar su vida, y lo logró.
- ¡Si vuelves, te mataremos! – gritaron las hienas.